
Ayuda a tus hijos a cooperar
En el día a día, muchas hogares son una locura desde temprano, entre levantarse, despertar a los niños, preparar el desayuno, en fin ayudar a todos a estar listos para salir a tiempo. En este tipo de mañanas podemos sobre cargarnos y explotar con mucha facilidad por cualquier cosa, lastimando muy probablemente los sentimientos de alguien en casa.
Las batallas, son a veces tan complicadas que todos los días se vuelven un verdadero desafío y reto a superar. Una vez que dejamos a los niños en la escuela, ya estamos cansadas o estresados porque la mañana fue «como siempre» una carrera hacia la meta. (dejar a los niños en la escuela).
Todo puede convertirse en difícil
Nuestro día transcurre normalmente, con las actividades que hacemos durante la mañana. Por la tarde hay que recoger a los niños de la escuela, llegar a casa a comer, que hagan tarea y las actividades planeadas en fin un montón de requisitos. Cualquier conversasión o actividad que tengamos con ellos (incluso las mas banales) se pueden convertir en difíciles.
Por suerte esto no siempre es así y hay días en que todo funciona maravillosamente bien y nos sentimos en paz y calma, pero sabemos que cada día es una aventura y probablemente al día siguiente o por la tarde, debamos volver a la batalla.
El problema… Las necesidades
Generalmente, este problema tiene que ver con las diferentes necesidades de los niños y de los adultos. Nosotros necesitamos que la casa este limpia y recogida, que exista una rutina, que los niños estén limpios y que sean ordenados y amables. A ellos esto no les importa para nada, ellos quieren jugar y no tienen ningun interés en el orden y la limpieza, o en cumplir con horarios y rutinas. ¿A cuántos niños les interesa bañarse o lavarse los dientes o irse a dormir porque al dia siguiente hay escuela? La verdad es que a muy pocos por voluntad propia.
La mayoría de estos interéses son nuestros, pues estamos decididos a enseñarlos a ajustarse a las normas sociales y mientras más los forzamos a hacer las cosas, mayor es la resistencia que ellos ponen, lo que convierte gran parte de los días en una lucha agotadora.
El sentimiento de la «villana»
En mi caso en partícular, yo recuerdo muchos momentos en los que los «obligaba» a hacer muchas cosas y esto siempre me convertía en la «mala». Recuerdo estar peleando para que usaran los cubiertos al comer, o usaran la servilleta, también mandarlos a lavarse dientes o a ponerse la pijama. Todo se convertía fácilmente en un «estire y afloje» y en muchas ocasiones para poder lograrlo, recurria al castigo, al chantaje, a dar sermones y adevertencias, incluso a culparlos o darles calificativos no muy agradables.
Para poder cambiar estas actitudes y tener días más fáciles y llevaderos en familia, te invito a leer los siguientes tips que puedes aplicar en casa. Recuerda utilizarlos todos los días, para que los vayas integrando poco a poco y se conviertan en tu forma natural de actuar. Al principio te senitras rara y un poco forzada, pero poco a poco los integrarás y verás que tus días serán más tranquilos.
Adel Faber y Elaine Mazlish lo explican claramente y de forma muy divertida en su libro: «Como escuchar para sue los niños hablen y como hablar para que los niños escuchen» (Puedes encontrarlo en cualquier libreria de tu pais o en amazon). También te lo explico con mayor claridad y con ejercicios en mi curso digital «Ayuda a tus hijos a cooperar» (basado en el libro de Faber y Mazlish)
Lo que podrias hacer:
- Describe lo que ves. Cuando describes lo que ves, evitas decirle al niño que es su culpa o ponerle calificativos. Ves las cosas que son reales para los dos y es más fácil que tu hijo actúe sin sentirse regañado o culpable.
- Da información. Al explicar porque pides lo que pides (ojo, no hay que dar explicaciones muy largas que se puedan convertir en sermon) tu hijo entenderá y será lógico para él.
- Dilo con una o 2 palabras. Cuando ya lo has dicho mil veces y hasta el cancancio, puedes recordarlo solo con una palabra, asi evitarás pelear y salirte de tus casillas. Tus hijos podrán entender lo que quieres decir y no hay necesidad de hacerlos sentir mal.
- Habla de lo que te pasa a ti. Explica con tus palabras y sin dar un largo sermon, lo que sientes cuando no han hecho lo que les pides, sin juicios ni adjetivos.
Ejemplo:
- Descripción: Veo que no te has lavado los dientes
- Información: Cuando los dientes se quedan sucios pueden lastimarse (sufrir picaduras)
- 1 Palabra: Los dientes.
- Tu experiencia: Me siento preocupada cuando no te lavas los dientes pues no quiero que sufras después por el dolor.
Si estás interesada(o) en tener mayor información o practicar estas herramientas paso a paso, te invito a que tomes mi curso digital «Ayuda a tus hijos a cooperar» (basado en el libro de Faber y Mazlish) para que puedas practicar y entender mejor estas herramientas y puedas hacerlo paso a paso hasta que se conviertan en parte de tu vida.
Mientras tanto, practica estas herramientas y por favor dime si el contenido te fue de utilidad o no. Cuentame tus experiencias, me encantará leerte!!
Gracias

